Los museos que se quedan a medias en Cádiz
La oferta museística de la capital choca con la falta de inversión pública y con proyectos nunca ejecutados
¿Sabías que en Cádiz se encuentra el teatro romano más antiguo de la península ibérica?
Sevilla: 26 millones. Cádiz, ni un euro

Todo hacía suponer que la Casa del Carnaval se iba a poner en marcha con todo el potencial de la fiesta de referencia de Cádiz. Además, era el proyecto estrella del anterior gobierno municipal de José María González. El proyecto, sin embargo, se abrió tarde y mal, sin salas terminadas, con la ausencia de algunos equipamientos y con algún error en el relato que se ofrecía de la fiesta, a decir de algunos expertos.
Lo que se pudo ver tras la apertura dejó claro que el proyecto podría haber sido mucho más ambicioso, aunque para los profanos en la fiesta su recorrido era atractivo y completo.
La falta de ambición, la necesidad de contar con proyectos museísticos más modernos y audaces y la escasa inversión pública en el desarrollo de estos equipamientos viene lastrando desde hace años esta oferta cultural de la ciudad, que debería de tener un alto componente de atracción turística.
Hay ejemplos ya históricos en cuanto al desinterés por conseguir un equipamiento de primer nivel. Los dos más relevantes con el Museo de Cádiz y el Teatro Romano.
El primero acumula ya décadas pendiente de la tercera y definitiva ampliación del edificio de la plaza de Mina. El proyecto, que se presentó hace cerca de dos décadas, planteaba la expansión por la antigua Escuela de Artes del Callejón del Tinte, que se iba a convertir en el acceso principal al complejo.
La operación incluía una modernización en todo el recorrido y una ampliación de su oferta. El proyecto sigue parado. Para su desarrollo es necesario un acuerdo entre el Ministerio de Cultura y la Consejería de Cultura de la Junta. Pero ni por una ni por otra parte, ni aún cambiando el color político de estas administraciones, hay interés por avanzar en este proyecto.
En cuanto al Teatro Romano, las excavaciones para ir recuperando parte del mismo, así como la transformación de la Posada del Mesón como acceso al mismo y como centro de interpretación del recinto, ha chocado en estos años con la inoperancia de la Junta de Andalucía, tanto con el PSOE como con el PP, y con una inversión que ha llegado a cuentagotas y con escasos fondos. Todo en un centro con gran atracción de público que, si funcionase de forma adecuada, incrementaría de forma notable los ingresos que la ciudad recibe del turismo cultural.
Junto a la Casa del Carnaval, el Ayuntamiento gestiona otros tres museos. El de referencia se centra en el Cádiz de la Constitución del Doce. El Museo Iconográfico de la calle Santa Inés, se encuentra inmerso desde hace unos meses en un proceso de recuperación de su patrimonio, que se encontraba en mal estado en buena parte; de la reorganización de sus salas y de la actualización de su proyecto museístico. Aquí juega un papel relevante la presencia de la Maqueta de Cádiz, históricamente desaprovechada por la ciudad. De nuevo la inversión pública será esencial para su conversión en un elemento referente de la capital.
Ajeno al Ayuntamiento, pero directamente relacionado con el Cádiz del Doce, se encuentran el Oratorio de San Felipe Neri, en manos del Obispado, y el Centro de Interpretación de 1812, gestionado por la Junta y cerrado desde hace años. Todo este conjunto, bien conectado y gestionado, daría valor a la ciudad constitucional.
El Ayuntamiento mantiene en el frente de la Puerta de Tierra dos pequeños museos de muy limitado uso.
El Museo Litográfico necesita una profunda reordenación de sus espacios, pues mantiene un concepto de museo muy anticuado. Una visión ambiciosa de este equipamiento permitiría su ampliación con un recorrido por la historia de la comunicación en Cádiz, prensa y radio. De la misma forma el Museo del Títere tiene un potencial desaprovechado, con la planta baja del edificio cerrada. No parece lógico que la ciudad reparta su apuesta por los títeres en tres centros diferentes: este museo, la Tía Norica expuesta en la plaza de Mina y el Teatro del Títere en San Miguel (compartiendo espacio, además, con el Yacimiento Gadir). El Ayuntamiento mantiene abierto el Centro de Arte Contemporáneo.
La iglesia gestiona el Museo Catedralicio, que se complementa con el recorrido por la Catedral. Es el centro cultural que se encuentra en mejor estado de conservación y con una mejor organización interna.
Cádiz sigue sin contar con un museo dedicado a la historia del comercio de ultramar, pendiente de que salga adelante la propuesta del Ayuntamiento de ubicar un centro de interpretación en la plaza de Mina; figuras esenciales de nuestra historia, como Manuel de Falla, tampoco tienen la presencia que debería de tener en su ciudad natal.
Y junto a todo ello, un Museo de la Historia de Cádiz, como uno de los motores culturales de la capital.
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